miércoles, 27 de junio de 2012

Quienes tienen claro que conducir con tragos puede ser fatal ignora que es igual manejar somnoliento


Sensación de torpeza, lentitud intelectual, dificultad para concentrarse, cambios en la memoria y en la personalidad, irritabilidad... Estos síntomas, que se ajustan a los de una persona bajo los efectos del alcohol, en realidad corresponden a los de un típico somnoliento.

Pese a eso, aunque la mayoría de la gente tiene claro que manejar con tragos puede ser fatal, desconoce que hacerlo cuando se siente sueño es igual de peligroso.
Vale recordar que el sueño -que la sociedad tiende a considerar superfluo- es una función tan vital como comer y respirar. Es más, su compleja estructura interviene en la consolidación de la memoria, en el nivel de concentración, en el aprendizaje y en el desarrollo de conductas sociales.
Por el contrario, la privación crónica de sueño, que se produce porque la gente duerme poco -porque así lo decide- o mal, por trastornos orgánicos como la apnea obstructiva (interrupción de la respiración con despertar súbito al dormir), lesiones cerebrales y dolores crónicos, impacta negativamente la salud.
Esta es, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la principal causa del cansancio crónico durante el día.
Luego de analizar los casos de 679 conductores hospitalizados tras accidentarse, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Burdeos (Francia) encontraron que el 52 por ciento de ellos tenían responsabilidad en los hechos. "Los factores determinantes en este grupo fueron el alcohol y el insomnio", dice el estudio publicado en 'Archives of Internal Medicine'.
Las autoridades de tránsito de Argentina hallaron, también recientemente, que la somnolencia de los conductores tuvo gran responsabilidad en el desenlace fatal de 3.124 víctimas durante el 2011.
De acuerdo con el neurólogo especialista en sueño Miguel Dávila, la falta de este disminuye la capacidad de reacción, es decir, lentifica los reflejos, altera el juicio crítico y eleva la posibilidad de caer en microsueños, que desconectan momentáneamente a la persona de la realidad, lo cual en un vehículo en movimiento puede ser letal.
También hay, dice Dávila, "alteración en el tono muscular, visión borrosa, alucinaciones y, en casos extremos, sueño profundo". Por eso, el especialista recomienda que si una persona tiene síntomas de cansancio y de sueño "se aleje del volante, postergue el viaje, descanse y entregue las llaves".
Si usted maneja, mejore su descanso
-Darle importancia al sueño implica dedicarle, cada día, por lo menos siete horas.
-Nunca mezcle trasnocho y alcohol antes de manejar. Es accidente seguro.
-La noche anterior a manejar largo, no coma ni lea ni vea televisión en la cama; eso le quita tiempo de descanso. Cene liviano, por lo menos dos horas antes de irse a la cama
-Si se siente muy cansado manejando, mejor pare; también si experimenta pesadez o cabeceo. No se exponga, haga una siesta.
No insista: si no pudo dormir bien la noche anterior no maneje, ni siquiera si es a la oficina.
Carlos F. Fernández
Asesor médico de EL TIEMPO
Twitter: @SaludET

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